Muy pocas luces

Objetivo. Para mover ficha hay que tener un objetivo claro. Y muchísimo más cuando hablamos de comunicación. Bueno y ya de estrategia mejor ni hablamos.

Justo estas son las dos cosas que le han faltado al Gobierno Municipal de El Puerto de Santa María (Cádiz). Hace unos días, el Alcalde de la ciudad acompañado por el concejal de Fiestas anunció que este año El Puerto prescindiría del alumbrado extraordinario de Navidad.

Como era de prever (cosa que parece que ellos no hicieron), en la calle se lió un revuelo gordo. ¿Por qué? Pues muy fácil. Al parecer, el dinero del alumbrado extraordinario se iba a utilizar para otras obras benéficas, puesto que debido a la situación de crisis hace más falta para otras cosas. Dicho eso, los comerciantes y ciudadanos en general no lo entendieron. Y claro: es que no se explicaron.

Algunos políticos no se han dado cuenta de la necesidad de que la gente entienda lo que estás contando. Decir las cosas claras. Claras no, meridianas.

Cuando lanzas un anuncio como este, es muy fácil que vayan a por tí. Y más cuando por ejemplo entidades de caridad, como por ejemplo Cáritas declaran esa misma semana que llevan dos años sin cobrar subvenciones por parte de Ayuntamiento.

"¿Dónde está el dinero? ¿Y si no hay dinero por qué el Ayuntamiento ha plagado la ciudad de publicidad innecesaria? ¿Y por qué me mandan una carta de tres folios a todo color promocionando los nuevos aparcamientos si no hay dinero? ¿Y por qué tienen concejalías que antes no existían, con el sueldazo que cobran los tíos? Si no hay dinero, ¿por qué te gastaste ese dineral en la inauguración del paseo de La Bajamar?". Esta preguntas no me las hago yo... Se las hace la ciudadanía. Se las hace cualquier hijo de vecino que no sabe nada sobre cuadrar presupuestos ni nada que se le parezca. El que sabe algo, se pregunta que dónde está el dinero destinado para eso en los presupuestos de la Concejalía de Fiestas. Pero hasta ahí.

En este momento estoy visualizando un gobierno de papel deshaciéndose bajo el aluvión de críticas y dudas. Aunque parezca una chorrada, esto será algo que la gente recordará dentro de seis meses y dentro de dos años. Y encima, el alcalde convoca una rueda de prensa y se mofa:

- Dejemos una cosa clara, es que hay gente que me pregunta si no va a haber alumbrado en Navidad. Sí que habrá, como siempre. Lo que no habrá será alumbrado extraordinario.

Este tipo de bromas no hacen gracia. Los portuenses no quieren que les llames paletos. Lo que quieren saber es cuánto cuesta el alumbrado y a qué vas a destinar el dinero exactamente. "Temas sociales que consideramos más prioritarios". Ya, claro. Lo que cualquiera se preguntaría otra vez es: ¿Pero a qué te refieres? "A que la situación económica es la que es y las necesidades son las que son". Ya. Otra perla. Se habla de proveedores a los que no se les paga, pero no dices que les pagarás. Se dice que hay necesidades sociales, pero no cuáles y cómo se solventarán.

Tras toda la polémica y varias intervenciones del alcalde y del concejal de fiestas la gente sigue preguntándose ¿dónde va el dinero? ¿qué pasa? Si después de salir hasta en la televisión nacional y conseguir que el tema esté en boca de todo el mundo y aún así las cosas no han quedado claras, es que tienes un grave problema de comunicación. Lo que decía al principio. Objetivo: comunicar una cosa que es un marrón y que no tenemos ni idea de cómo va a sentar. Estrategia: el tún tún. Excelente.

Es mucho más fácil que todo eso. Primero plantear una estrategia y hacer previsiones de lo que puede ocurrir para estar preparado. Y luego, simplemente es tan fácil como: hay tanto dinero. Se ha votado y unánimemente se ha decidido que el dinero debe ir a tal, a tal y a tal. Creemos que en la situación de crisis no podíamos obviar estos problemas. Hemos buscado soluciones y haremos acuerdos con X1, X2 y X3 para que el comercio de la ciudad no se vea dañado. Sin más.

No puedes ponerte a priorizar ciertas cosas sobre otras, porque ese tipo de declaraciones son valoraciones. Y como todas las valoraciones son subjetivas. Y la subjetividad en este tipo de cosas no es buena, porque para cada individuo lo importante es una cosa y no otra.